jueves, 1 de marzo de 2007

El final de todo o tan solo el principio?

Era una calurosa noche de verano, pero el frío se apoderaba de ella. Ninguna nube cubría el cielo porque todas se hayaban sobre su corazón.
En aquella celda oscura de fría piedra la única luz que entraba era un rayo de luz de luna. Un agujero en el techo parecía permitirle piadosamente la entrada para hacerme compañía o tal vez para encerrar tambien su belleza.
Su negaciónla había hecho prisionera,pues el hermano del rey quería casarse con ella, pero ella amaba al hijo del rey. A pesar de tantas advertencias recibidas ninguno de los dos quería negar la evidencia de sus sentimientos.
Una mañana la guardia del hermano del rey irrumpió en casa de la joven y la leyeron una sentencia de ahorcamiento. Cuando su amado se enteró de lo que ocurría acudió rápidamente en su ayuda portando una guadaña, parecía que nadie podría frenar su ira. El resultado fue...
En la soledad de la celda escuchó un ruido y se acercó a una de las paredes que había a los laos de la puerta.
- ¿Estas ahi, Ari?
- Si cariño, aqui estoy - Se acercó tanto a la pared que parecía que la fuera a traspasar.
Las lágrimas empezaban a inundar sus ojos y empezó a sollozar suavemente.
- Pequeña, no llores más. Ya no hay nada que temer porque todo se acabó, todo se ha muerto.
Quedáronse los dos en silencio, no hacía falta decir nada más. Los dos sabían bien cual sería su final.

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